Ya seas atleta profesional, aficionado al gimnasio o simplemente alguien que disfruta moverse, la alimentación es clave. La comida es energía, y para quienes practican deporte, una buena nutrición marca la diferencia entre rendir bien… o no rendir.
¿Por qué es tan importante comer bien si haces deporte?
Cuando te ejercitas, tu cuerpo quema calorías, desgasta músculos y pierde líquidos. Para recuperarse, fortalecerse y estar listo para la próxima sesión, necesita nutrientes: proteínas para reparar, carbohidratos para recuperar energía, grasas buenas para sostener el esfuerzo, y vitaminas y minerales para que todo funcione como debe.
¿Qué debería comer un deportista?
Comer bien no es restringirse ni contar calorías obsesivamente. Es entender qué necesita tu cuerpo para dar lo mejor de sí. Alimentarte bien es cuidarte, mejorar tu rendimiento, y sentirte con más energía durante el día. Cada cuerpo y circunstancia es diferente, pero en general, hay unas bases que son importantes en una dieta:
- Carbohidratos complejos (arroz integral, avena, legumbres): tu principal fuente de energía.
- Proteínas de calidad (pollo, pescado, huevos, tofu): para reparar y construir músculo.
- Grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva): ayudan a absorber vitaminas y a mantenerte saciado.
- Frutas y verduras: antioxidantes, fibra, y un impulso natural a tu sistema inmunológico.
Cuando comer también importa
- Antes de entrenar: algo que te dé energía pero que no sea pesado (ej. plátano con mantequilla de cacahuete, avena con frutas, o mira alguna de las recetas que tenemos en nuestra sección de recetas).
- Después de entrenar: una comida que combine proteínas y carbohidratos para recuperar lo perdido.
- Durante entrenamientos largos: pequeñas dosis de energía (ej. bebidas isotónicas, barritas, frutas deshidratadas).